Ocurre en dos escenarios: la
hipertensión previa al embarazo, conocida como crónica, y la que se
desarrolla durante la
gestación,
cuya mayor expresión es la
preeclampsia,
la cual es la primera causa de
muerte
materna en el país. Para cualquiera de estas dos, es necesario un
control prenatal adecuado de manera
temprana para identificar riesgos y dar un tratamiento correcto.